domingo, 30 de enero de 2011

Conferencia de padres día 29 de enero 2011

Hola a tod@s os resumo la conferencia que tuvimos en el club el sábado por la tarde a las 7:30 horas. Invitamos a Fernando Alberca, director de varios colegios de Fomento y actualmente trabaja en el colegio Ahlzahir.
Desde que empezó a hablar hasta que acabó, todo lo que dijo y explicó, me hizo reflexionar bastante en la gran labor educadora que tenemos con nuestros hijos. También lo importante que ha sido el club como apoyo a todo aquello que le he querido transmitir y enseñar a mis hijas.
Comenzó haciendo la siguiente pregunta:
¿Qué nos puede dar el club? ¿Qué nos podría dar más el club?
En realidad la charla estaba enfocada para padres, pero era interesante que allí estuvieran monitoras escuchando. Nos hizo ver la realidad de la etapa adolescente, como debemos tratar a nuestras hijas como adolescentes, no como niñas. Y eso es lo que hacen en el club las tratan como mayores y ellas se sienten bien. Destacó la gran labor de las monitoras, como saben ponerse a la altura de las niñas, comprendiendo sus problemas y ayudándolas a madurar en su vida.
Destacó un estudio que había realizado con adolescentes comparando una encuesta del año 2000 y otra que se realizó a los 10 años después. Cómo lo más importante para los adolescentes en aquellos años era la familia, aparte de definirse como consumistas. Ahora en el año 2010 también era importante la familia pero se consideran individualistas, es decir egoístas. Dentro los tres rangos definidos en el 2010, el primero más considerado era la familia, luego los amigos y después estaba la salud, en cuarto lugar ganar dinero. Se detecta que no hay una cultura del esfuerzo.
Los estilos educativos de nuestros padres, fomentaban el esfuerzo, el valor del trabajo, la sobriedad. Ahora los padres con su estilo permisivo, engendran hijos que no valoran el trabajo ni se sacrifican por sacar unos estudios. Han fallado en lo principal, en educarlos en el amor y en unos valores como el respeto, la obediencia, etc. Los hijos de padres sobreprotegidos nunca llegarán en el futuro a querer a esos padres, se lo dan todo sin esfuerzo. Por eso la mayoría dicen que son infelices, tanto los adolescentes como los adultos. La felicidad la van a aprender de los padres. La palabra obligación no la entiende. Ahora los adolescentes son más manipulables que antes. No tienen unos valores firme y coherentes en su casa y los buscan en la calle. Por ello el club debe apoyarnos a nosotros en está tarea.
¿Porqué necesitamos un club?
Para educar adolescentes. Aunque son muy distintos a nosotros como padres, pero somos sus modelos, por eso tenemos que decirle lo que está bien y no cansarnos de hablarles, a pesar de que nos cierren las puertas. El problema para los adolescentes es el mundo. Desde que nacen estamos formándolos, porqué llegará un día que tendrán que ir. Por eso es tan importante darles un criterio y unos valores por los que luchar.
El objetivo del club es hacer adolescentes buenas. Por ello se ponen a su altura y son capaces de educarlas de moldearlas, de hacerlas unas mujeres preparadas para la vida. Ellas descubren en el club que es compatible la alegría con darse a los demás. Necesitan un sitio donde ver que las quieren por lo que son y ver que lo que les dicen es igual que en su casa.
Hay tres cosas que aprenden en el club:
1.- El trato personal
2.- El trato con Dios.
3.- La vida de sobriedad y coherencia.
El trato personal no lo reciben en ningún sitio. Ellas buscan alguien a quién contar sus cosas y que al mismo tiempo les ayude a encontrarse consigo mismas, a salir de su yo.
En el trato con Dios, en el club lo palpan día a día. Cuando al llegar entran y saludan al Señor en el oratorio, siempre ven allí alguien rezando. Esos les llama mucho la atención. Ver cómo hay jóvenes que aman a Dios y son capaces de dar su vida por los demás.
Hoy vivir la sobriedad aún en crisis es difícil. Los adolescentes siempre están con móvil en la mano, por si alguien le llama. En realidad lo que están es solas. Sienten una necesidad de que alguien las llame y se preocupe de ellas. En el club se olvidan hasta del móvil. Cuando tienen esa relación personal de tú a tú, se sienten queridas y seguras. Ya no están solas. El uso de las redes sociales también las aislas, al tener una relación impersonal, donde expresan cosas que en la realidad no dirían. Por ello al encontrar el club, las relaciones cambian son reales, cara a cara, se descubren a ellas mismas.
En resumen es un beneficio tener estos club en Córdoba. Ahora tan sólo nos queda que el club organice actividades atractivas para todos aquellos jóvenes que se encuentran sin saber a donde ir y sin un sentido en sus vidas.